Ya van más de 25 años que comenzó la implementación de versiones digitales de las publicaciones noticiosas. En muchos casos, se llevaron a cabo operaciones totalmente separadas en las cuales el impreso y el digital estaban desconectados. La mayoría de las veces, se veía a la tecnología como una amenaza que acabaría con el papel.
Aquella visión apocalíptica probó no ser real. Si bien las versiones impresas se han visto afectadas de alguna u otra forma, muchas se han mantenido, e incluso han expandido sus operaciones, redefiniéndose constantemente. En muchos casos, los equipos editoriales impresos y digitales se han consolidado para producir contenido para las diferentes plataformas. Aún así, hay muchos editores que no utilizan los datos recopilados sobre el comportamiento de los lectores en línea, y prefieren seguir su muy válido instinto periodístico, que se puede enriquecer con la certeza de los datos.
En esta entrega de Hablemos Editorial, te compartimos cómo aprovechar los datos digitales de manera estratégica, no solo para mejorar la calidad del contenido, sino para optimizar la distribución y maximizar los ingresos publicitarios.
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Uno de los mayores beneficios de la versión digital de un periódico es la capacidad de recopilar datos sobre el comportamiento de los lectores. Mediante el análisis de estas métricas, los editores pueden obtener una comprensión más profunda de las preferencias y hábitos de lectura de su audiencia. Por ejemplo, pueden identificar qué secciones o temas son los más populares, qué horas del día son las más activas o incluso qué tipo de dispositivos utilizan los lectores para acceder al contenido. Esta información puede ser invaluable para la planificación editorial y la toma de decisiones estratégicas.
¿Pero cómo pueden influir en el impreso? Pues lo principal es utilizar estos datos para adaptar el contenido para satisfacer las necesidades e intereses específicos de su audiencia. Por ejemplo, si el análisis de datos revela un aumento en la lectura de artículos sobre tecnología los fines de semana, el periódico impreso podría dedicar más espacio a este tema en su edición del domingo. Del mismo modo, si se descubre que los lectores tienen una preferencia por el contenido visual en línea, el periódico podría incorporar más infográficos o fotografías de alta calidad en sus páginas impresas.
Algo que también puede ser útil es utilizar los datos de los lectores en línea para optimizar la distribución del periódico impreso. Al conocer la ubicación geográfica de sus lectores digitales, el periódico puede identificar áreas específicas donde puede existir una demanda más alta de la versión impresa al expandir en temas de interés, publicitar ofertas de comerciantes locales, y crear promociones cruzadas. Es decir, desde la versión digital instar a los lectores a buscar la edición especial impresa de x o y, o también alguna publicación de colección.
También hay que considerar que, utilizar datos de la versión digital para informar las decisiones editoriales puede ayudar a optimizar el uso de recursos. Al enfocarse en los temas y formatos que tienen un mayor impacto entre los lectores, los editores pueden asignar tareas al personal de manera más eficiente, maximizando el retorno de la inversión en contenido y producción. Es claro que los datos ayudan a mantenerse ágiles y adaptarse rápidamente a los cambios en el comportamiento del consumidor y en el panorama mediático, lo que les ayuda a permanecer competitivos en el mercado y ofrecer segmentaciones de audiencia más precisas y efectivas para los anunciantes.
Estos son algunos ejemplos, pero nuestra experiencia nos demuestra que mientras más se analiza los datos de una publicación en línea, se van identificando patrones y se comprueban muchas hipótesis de una forma mucho más rápida y útil.
¿Quieres que platiquemos con tu equipo de la versión impresa y comercial sobre estas ventajas y otras más específicas a tu publicación? ¡Llámanos sin compromiso!