Permite que podamos acceder a millones de datos, procesar y compartir a la velocidad que viaja una onda electromagnética. ¿Cómo se ajusta la IA a los entornos editoriales?
Como nos comenta en colega Norberto García, en esta entrega de Hablemos Editorial, automatizar, no reemplaza, complementa y fortalece, significa rapidez, optimización, y precisión gracias a la ayuda de big datas (grandes bancos de información) potentes, y todo el aprendizaje del que es capaz una máquina que analiza patrones y llegando a emular el comportamiento humano.
La IA hoy en el ámbito editorial es un aporte significativo, pues ayuda al periodismo a ser más eficiente, rápido y de calidad. Aprovechar sus beneficios es vital para crear más en menos tiempo, monetizar contenido, generar noticias, editar textos y desarrollar gráficos.
La IA te ofrece, por ejemplo, Bots, que a través de comandos preestablecidos en su código, pueden llevar a cabo labores repetitivas y predefinidas como campañas de marketing, envío de boletines, edición de textos, creación de gráficos, sostener una plataforma de redes sociales, publicar noticias cortas procedentes de fuentes de datos (por ejemplo, notas de bolsa, del tiempo, resultados de fútbol).
La inteligencia artificial te libera de carga para que como editor abordes temas prioritarios, asuntos locales, y dar profundidad a investigaciones.
Bastantes medios de comunicación usan bots para elaborar notas que no precisan contextualización o interpretación, utilizando herramientas como Heliograf, Syllabs, Quakebot, etcétera.
Chatbots. Como si fuera humano, un chatbot brinda atención a los lectores del medio 24/7. Mantiene charlas con ellos para otorgar respuestas programadas a preguntas específicas. Algunos de los más populares son: Droz, Botmaker, y Centribal. También se pueden integrar con plataformas que conservan un historial de las conversaciones, como Zendesk.
Correctores de estilo y gramática. Son apps que te ayudan a escribir una muy buena nota, pues mejoran la gramática, sintaxis y hacen útiles recomendaciones automatizadas para mejorar la redacción. Algunos ejemplos que se adaptan muy bien al idioma español son: Language Tool, Hemingway y Jasper.
Transcriptores de audio. Otter.ai, voicegain, o Notta son una herramienta de conversión de audio a texto muy avanzada, la transcripción que se obtiene es precisa, sin un tache, incluso es capaz de capturar los diálogos de un video de YouTube con mayor exactitud que la herramienta de la plataforma de Google. De igual forma, existen herramientas que toman un texto y lo crean en una narración de audio como play.ht, Murf.ai y voicely.net
Periodismo automatizado. Seguro que al ver un anuncio en línea, muchas veces te has sorprendido porque estabas pensando en utilizar esa herramienta. Es un ejemplo del trabajo de la IA, que mediante un programa codificado registra todo lo que haces, escribes o busques en línea. Rastrea los productos, gráficos, notas o servicios por donde navegues, y enseguida te dirige a sitios relacionados. Y es lo mismo que realizan hoy los grandes medios de comunicación: conocer a su lector vía sus gustos de lectura, cruzando datos, permite saber acerca de su comunidad y qué desean leer, y ver. Ganan lectores y suscriptores a través de patrones de comportamiento en la red. The New York Times, una de las cabeceras más prestigiosas del mundo, se vale de este aprendizaje automático para buscar patrones en los datos de sus campañas de captación de suscriptores, y en consecuencia, optimizan resultados.
Resúmenes. ¿Quieres resumir un libro extenso para complementar un ensayo o un reportaje? La IA te pone al alcance el generador de texto GPT-3 Books, un software inteligente capaz de resumir libros de cualquier tamaño; con ciertas limitaciones “subraya”, prioriza y coloca lo más transcendental. Una herramienta útil cuando de ahorrar tiempo y simplificar tareas se trata.
Diseño. Existen varias herramientas de diseño gráfico que emplean inteligencia artificial para transformar ideas en piezas gráficas con una rapidez y precisión sorprendente. El motor de IA analiza el concepto ingresado y genera cientos de posibilidades de diseño gráfico del cual se puede escoger el mejor que se adapte las necesidades. Algunos son: Designs.ai, Kroma y Adobe Sensei.
Así las cosas, la inteligencia artificial llegó a las salas de redacción para complementar el trabajo humano de periodistas, editores, redactores y diseñadores gráficos; coexistiendo en tiempo real, no solo para generar competitividad y utilidades, sino en el mismo modo de vida y percepción de los lectores, quienes exigen prontitud, calidad, eficiencia, lo que a la vez significa satisfacción y confianza.
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